¿Lo correcto vs lo cómodo?

Víctima de vivir por inercia

Han de saber que estaba entre la espada y la pared en cuanto a mi trabajo, estaba entre irme o quedarme y balancear hacer algo que me encanta vs alguien que no soporto...... .

Cuestión de equilibrio de karma
Hace un par de meses entré a trabajar en una empresa que se volvió mi razón de levantarme y descubrir que incluso, una floja como yo, puede transformarse en una workaholic cuando encuentra algo que realmente te apasiona. En tan solo 2 semanas pasé de “capacitación” ha manejar 3 proyectos y al final del mes ya tenía 11 a mi cargo, mi horario se extendió, en lugar de salir a las 3 de la tarde, salía cuando más temprano a las 9pm, pero realmente no me pesó porque estaba haciendo algo que es lo mío, por lo que estudié y dejé a mi familia/amigos atrás, por fin estaba tomando forma.
Como todo lo que sube tiene que bajar y entre más alto vueles la caída es mayor, me enfrenté a problemas laborales, yo se que probablemente TODOS se han enfrentado a lo mismo y probablemente TODOS quieran dar su solución, pero esto fue lo que me pasó a mí, como lo manejé y las consecuencias. Algo tan bueno no viene sin algo que equilibre y en este caso es una mujer que para colmo, tiene mucho poder en la empresa si no es que la puedo nombrar la dueña. Por razones que sospecho, pero tangiblemente desconozco (en eso si acepto comentarios) me tomó como enemiga y desde entonces se ha dedicado a hacerme la vida de cuadritos; el encanto aquí es que ella no es como cualquier jefe desgraciado de empresa, ella es lo que todos más tememos: naco con poder.
La revolución comenzó!
Después de haberme declarado la guerra, se dedicó a obstaculizar mi trabajo, pidiendo que nada en manufactura se me entrara a tiempo, entre otras cosas y a pesar de sus esfuerzos logré terminar mis proyectos bien, haciéndola enojar aún más. Sus regaños solían ser más que “una medida disciplinaria”, eran una venganza o una terapia ocupacional, en la que hacía gala de su florido vocabulario y falta de educación; no es que yo sea una princesita, pero yo no estoy acostumbrada (ni pienso acostumbrarme) a ser tratada de esa manera, mucho menos si estoy entregando buenos resultados.
Todos en la empresa están intimidados por su trato, pero yo no (aunque hay que admitir que si le saco la vuelta lo más posible), y siempre que me insultaba yo la ponía en su lugar, jamás le falté al respeto, pero tampoco le permití que ella siguiera con esa actitud y entre más tranquila me mostraba, más enojada y más trabas trataba de ponerme.
Fin
Como han de adivinar, las cosas no terminaron muy bien y como siempre organigrama mata todo, pues obviamente me la cantaron: "o te aclimatas o te aclimueres" y viernes se decidió todo…. Como no tenían fundamentos reales para no renovar mi contrato, la excusa fue que no había nuevos proyectos y estaba lista de espera…. Así que viendo que no me decían las cosas como eran, pues todavía tuve el cinismo de pedir una carta de recomendación, la cual, me entregan el lunes.

Moraleja?
Pues lo cómodo sería decirles que no se pongan al tu por tu con alguien con más poder, pero en realidad eso no es lo que voy a recomendar, ya sabrán ustedes si me hacen caso o no, es solamente cuestión de valores.
Siempre va a existir alguien que quiera intimidarte, pisotearte o humillarte, en primaria el típico wey hojaldra que te robaba el lunch o te pega, el maestro en secundaria que viendo que perdía el control del grupo se desquita con el que puede y lo usa como ejemplo; en la universidad, alguien que cree que lo sabe todo por tener miles de títulos, perdiendo la simplicidad de las soluciones por buscar las más barrocas y despreciando a aquellos que logran ver más allá del cuadro y más que conocimientos tienen creatividad y en mi caso, es un jefe que por falta de capacidad de liderazgo tiene que amenazar y gritar para ver si en ese caso su voz sí se escucha. Siempre habrá alguien que te humille y en todas las ocasiones, desde las más sencillas hasta las más complicadas, tienes tres opciones: defenderte y hacer lo que crees que es correcto, dejar que te humillen y te maltraten o seguir la 5 ley de Newton (todo aquello que se arrastra tiende a subir). Yo tuve esa disyuntiva e hice lo que (para mí) era correcto, admito que dejé ir algo que amaba, pero la verdad me quiero más a mí, mi dignidad no tiene precio y yo soy la única dueña de mis actos. Lo pensé bien a corto y largo plazo, hoy no tengo trabajo, pero mañana puedo despertar sabiendo que mi integridad sigue intacta y no existo por inercia; cuando algo que amas se convierte en algo que odias, cada mañana, en lugar de ser una nueva oportunidad de reinventarte y hacer lo que te gusta, se convierte una cadena perpetua de actos rutinarios que en realidad, sólo van a dejar un sabor amargo, un vacío; así que me pregunto, ¿Es así como quieres despedir tu vida?¿Sabiendo que viviste en lo que pudo ser y en el hubiera?¿Estás dispuesto a cambiar lo único que realmente te pertenece: tus recuerdos, por una serie de eventos grises que desearías no haber vivido? Recordar es volver a vivir, quiero evocar eventos que me llenen de orgullo y me hagan sonreír. Esta empresa es sólo mi comienzo y mi camino todavía tiene más sorpresas. Dicen que basta una persona para cambiar el mundo, pero nunca aclaran cuántas desilusiones bastan para cambiar a esa persona, por lo pronto yo creo que depende de ti, porque en cuanto a mí, yo sigo queriendo cambiar el mundo que me regalaron.